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La historia de la Zamba "LA TEMPRANERA"

 La historia de la Zamba "LA TEMPRANERA"


La zamba “La tempranera”, con letra del poeta villamercedino León Benarós (1915 - 2012) y música del compositor santafesino Carlos Guastavino (1912 – 2000), fue un himno que animó por años cada festival en Monteros, escenario que eligió el poeta para esa historia de romance adolescente.

León Benarós fue un poeta que desde los 14 años ya escribía versos y a una temprana edad era un estudioso del folclore, aprendió a conocerlo y a disfrutarlo. Conoció al músico Carlos Guastavino, quien habría leído “El rostro inmarcesible”, y quien al contactar con el poeta le preguntó si no tendría algunas letras para musicalizar, tal que, le ofreció componer música para las mismas. A lo cual el poeta aceptó de inmediato y le dio “El Sampedrino”, la cual fue la primera colaboración de una complicidad artística que se extendería por más de sesenta composiciones.

Gustavino confiesa que, para plantearse esta composición de “La tempranera”, tomó como modelo la "Zamba de la Candelaria" de Falú y Dávalos: “Era como si a un poeta que nunca había oído hablar del soneto, le dieran precisamente un soneto para estudiar sobre el mismo y los aspectos formales del poema". En el primer ensayo reconoce que se adhirió demasiado al esquema formal, pero luego se dejó ir en algo profundamente personal y libre: "Andaba por la calle como sobreexcitado, con la libreta de apuntes en el bolsillo, anotando melodías que se me iban ocurriendo".

Hasta ese momento Guastavino escribía su música sobre la poesía de Benarós, dejándose emocionar por sus versos y sin cambiar ni una coma. Pero esta vez fue él quien le pidió al poeta invertir los roles, proponiéndole que escriba la letra para una zamba que ya tenía hecha. Esa fue la única vez que Benarós trabajo sobre una música dada.

Al estudiar la melodía para empezar con la letra, Benarós, imaginó un amor juvenil. En ese entonces el autor tenía un amorío con una joven tucumana y de alguna manera surgió de ahí el amor plasmado en su obra, un amor pintado con lirismo, con fineza, con frases como: “paloma tibia de Monteros”, porque no es un amor tempestuoso, sino un amor tranquilo, lírico, no es una paloma tempestuosa, sino que habla de la dulzura.

Sus padres llegaron a Argentina en 1900. Y su padre sería un muchacho de 20 años cuando estuvo en Monteros. Por eso, como una especie de homenaje, Monteros aparece en la zamba.

Su estructura formal es la de la zamba tradicional, esto quiere decir que puede ser bailada con la coreografía convencional. Precedida por una introducción de doce compases, tiene dos partes exactamente iguales (por supuesto su texto varía) y el registro utilizado es cómodo.

Su textura es una clara melodía acompañada, donde el piano tiene a su cargo el acompañamiento con apoyos armónicos ritmados, que por momentos refuerzan la línea melódica de la voz. Es en la armonía donde se destaca una esmerada elaboración, evidenciando, dentro de un "argentinismo estilizado", la impronta del refinado talento compositivo del santafesino, en conjunción perfecta con la natural aristocracia de la zamba. Consecuencia de ello es que aún hoy nos siga cautivando.

"Al bailar esta zamba fue que rendido te amé.
Eras mi tempranera, de mis arrestos prisionera.
Mía, ya te sabía, cuando, por fin, te coroné".

El éxito fue tal durante años, desde la primera versión de los Quilla Huasi, hasta Mercedes Sosa, que fue un himno en Monteros con el que iniciaban los actos populares.

León Benarós, apuntó a que dicha zamba ha sido traducida hasta en japonés, y llegaron derechos de autor del exterior, de países como: Países Bajos, Japón, México, España, Inglaterra, etc., lo cual refleja su popularidad.

Y como es y será una de las obras del cancionero folclórico popular que no dejaremos de admirar y disfrutar.


"Sería feliz si estos romances alcanzaran la amistad de las guitarras anónimas".

-León Benarós-


"El músico debe aspirar a que su canción perdure en el tiempo, fresca, radiante, aunque ya nadie se acuerde de quién la escribió".

-Carlos Guastavino-.


Letra y Acordes de "La Tempranera"