DÍA NACIONAL DE LA ZAMBA
Un día como hoy, pero de 2012, el Congreso de la Nación sancionó
la Ley Nº 1.696 que elegía al 29 de septiembre como el Día Nacional de la Zamba,
en honor al natalicio de, uno de los padres del folklore argentino, Gustavo
"Cuchi" Leguizamón. A pesar de ello, bailarines y amantes de nuestra
música de raíz siguen tomando al 7 de abril cómo referencia.
Gustavo "Cuchi" Leguizamón, nació en Salta el 29
de septiembre de 1917 y falleció el 27 de septiembre de 2000. Fue un compositor
argentino de música folklorica, creador de zambas, chacareras, carnavalitos,
vidalas inolvidables en las que habitan el amor, la tragedia, la miseria, el
sarcasmo, la ternura. Era un enamorado de la baguala («Toda gran zamba encierra
una baguala dormida: la baguala es un centro musical geopolítico de mi obra»)
Es autor de las zambas famosas que representan a la
cultura musical de Salta; la música popular. Sus obras son características por
su armonía, ritmo, riqueza melódica y temática musical, entre otros atributos.
Escribió: Zamba del Pañuelo, Zamba del Mar, Zamba del Panza Verde con Jaime
Dávalos, Chacarera del Expediente, Carnavalito del Duende, Zamba Argamonte con
Manuel J. Castilla, Zamba para la Viuda con Miguel Ángel Pérez, Bajo el azote
del Sol con Nella Castro.
Además es autor de la música de otras composiciones que se
convirtieron en clásicos de la música popular como: Lloraré, Zamba del
Carnaval, la Zamba de Balderrama, La Pomeña, la Zamba de Lozano, Maturana, La
Arenosa, Si llega a ser tucumana, y la Zamba del Laurel.
Para empezar, no se conoce con rigor a su verdadero autor.
Tampoco sabemos sobre el motivo de su nombre. Según escribe José Antonio Faro
en su libro “Zambas históricas y tradicionales”, existen dos versiones.
Una es la que Andrés Chazarreta le escuchó tocar a músicos
populares santiagueños, a inicios del siglo XX, y que en 1916 registró a su
nombre, con una letra romántica, que nada explica en relación al 7 de abril.
En 1923, Manuel Gómez Carrillo publicó una versión cuyas
diferencias con la de Chazarreta son de notación musical, dato irrelevante para
músicas de tradición oral. A esa versión, Leda Valladares le agregó años más
tarde una letra que tampoco explica el nombre.
La Zamba es romántica, sensual y provocativa. Esta danza típica retrata el momento del encuentro entre dos almas, que mezcla pañuelos y miradas y que ha sido musa de muchos artistas que dieron vida a grandes letras como “Zamba para olvidarte”, “Zamba para no morir”, “Luna tucumana”, “Zamba de usted” o “Zamba de mi esperanza”, entre tantas otras.
En la danza, la coreografía combina tres figuras: el
arresto, la media vuelta y la vuelta entera. Dentro de la zamba existen varias
modalidades como, por ejemplo, la "zamba carpera" que se distingue
por ser un ritmo más ligero y porque en su música sobresale el bandoneón.
La "zamba alegre", en tanto, es la que se baila de
manera más suelta y dinámica, tiene dos movimientos, dieciséis compases de
zamba y otros tantos de gato y doce compases finales.
Con fecha "oficial" y "no oficial", la
zamba es celebrada cada día, bailada y cantada a lo largo y ancho del país,
porque es parte esencial del folklore popular y está en el ADN del argentino.